LA DAMA DE LA MONTAÑA, una historia con los Mitos Vascos. (SUEÑOS Y REMINISCENCIAS 2)

(Publicada por LA BIBLIOTECA DEL LABERINTO.  17€)

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En LA DAMA DE LA MONTAÑA, Nórax y Dwill llegan hasta la sierra de Amboto en un pasado remoto, donde los Mitos Vascos se convierten en protagonistas de la historia. Desde la Diosa Mari a Sugaar, de Basajaun a Erensuge, pasando por Gorri-Txikis o Lamias y otros númenes y genios de una de las mitologías más antiguas de Europa.

Una novela de aventuras y magia dominada por el Adur, la fuerza femenina del destino, en la que Nórax de Tartessos se verá inmerso en el matriarcado que predominó en Europa en la antigüedad y aún es signo de identidad de la cultura vasca.

La dama de la montaña completa la fantasía de Sueños y Reminiscencias, una antología mitológica de «Memoria Ancestral» como la concibió Robert E. Howard, pero ambientada en nuestra tierra, en una época incierta de la protohistoria, cuando los dioses caminaban por la tierra junto a los mortales.

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SARINARDZ, una ciudad lejana, perdida en la niebla del tiempo. (SUEÑOS Y REMINISCENCIAS 1)

(Publicado por La Biblioteca del Laberinto.  15).  

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En un sueño, repetido cada noche hasta la obsesión, Sarinardz, una ciudad magnífica y misteriosa entre la niebla, se aparece a Mario, un hombre de nuestro tiempo. Un día, la ciudad toma cuerpo en una mujer hermosa que le pide que acuda a su encuentro:  «Ven a Sarinardz. Te espero».  Y él, desesperado, deja todo, trabajo, familia, mujer e hijo y sale a buscarla… para perderse en un sueño, donde Nórax, un tartesio, tres mil años antes, abandona Tharsis, la ciudad magnífica de Tartessos, para ir en busca de Sarinardz, una ciudad misteriosa que le llama en sueños diciendo:

«Ven. Ven a Sarinardz… Te espero».

Después de vagar un tiempo en solitario encuentra a Dwill, camarada fiel que persigue el mismo sueño. Y ambos, hermanos de sangre, combaten juntos y viven mil aventuras en una era mítica y de prodigios, frente a asombrosas criaturas y la gente de aquel tiempo remoto, mientras recorren los caminos en busca de una ciudad-mujer que, cada noche, al alba, se les aparece en la niebla y les llama… y promete maravillas inalcan-zables: «Ven a Sarinardz. Te espero…»Pero siempre, de forma individual, a cada uno por separado… ¿podrá seguir su amistad cuando la encuentren…?  Y, en el fondo, con la misma duda: ¿sueñan la vida… o viven un sueño?

Sarinardz (Sueños y Reminiscencias, 1) es una historia épica de aventuras y sueños que se entremezclan a ambos lados del tiempo; un canto apasionado a la amistad y la entrega, en una época mítica, tres mil años atrás, un pasado remoto,donde la magia y la espada son armas habituales y la muerte está presente en todo momento.

Y un homenaje sentido a Héctor Germán Oesteheld, que la inspiró.

Sarinardz, una ciudad lejana, perdida en la niebla del tiempo.

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Sueños y Reminiscencias. Una historia de «Memoria Ancestral» con Nórax de Tartessos

Una historia de Nórax de Tartessos, posterior en el tiempo

a la saga con Heracles que venimos narrando hasta el momento.

Publicada por «La Biblioteca del Laberinto».Sueños y Reminiscencias

«Sueños y reminiscencias» es una nueva historia de Nórax de Tartessos en la que, bajo el recurso de Memoria Ancestral memoria racial» la llamó Robert E. Howard), Mario, un hombre de nuestra época, se ve transportado en el tiempo hasta un pasado lejano, donde vive aventuras reales en el cuerpo del tartesio y este participa de sus ensoñaciones tres mil años atrás. Sueños y realidad se entrecruzan a ambos lados del tiempo en una historia mágica de amistad y entrega, un sueño épico y mitológico que comparten ambos por separado, en una época incierta de la protohistoria… en la que los dioses caminaban por la tierra junto a los mortales .

brachan-el-celta-y-otros-recuerdos-raciales (2)Memoria racial es el término que acuñó R.E. Howard para encuadrar las historias de James Allison (y otros protagonistas, de apellido irlandes), en la que un tejano tullido al que le falta una pierna, a inicios del siglo XX, rememora sus vidas pasadas como guerrero de antiguas razas de naturaleza aria, célticas o germánicas, que el autor admiraba. El ciclo contempla algunos de sus mejores relatos: «Los que caminan hacia el Walhalla«, «El Jardín del Miedo«, «El Valle del Gusano«, y cinco fragmentos inacabados (algunos finalizados por otros autores, con mayor o menor fortuna): «Brachan el Celta«, «La Torre del Tiempo«,»El Guardián del Ídolo«, «Ghor el parricida« (el fragmento original de REH, «Hace mucho, mucho tiempo…», entonces inédito en España, se publicó en 1985, en Berserkr nº 2) y «Eones Negros», que cierra el ciclo (recogidos  en España en «Brachan el celta y otros recuerdos raciales de Robert E. Howard«, en Los Libros de Barsoom nº 5, con un prólogo excelente de Javier Jiménez Barco).

Hoy en día (y creo que siempre), «memoria racial» me parece un término extraño, por las connotaciones que arrastra.  Tal vez fuera válido en la época que fue escrito y para los USA, que adolecen de un pasado propio; pero no en España, una tierra abierta y con esa riqueza cultural pretérita que atesora, gracias a la multitud de pueblos que la han habitado y la indefectible mezcla de sangre. Aquí, me parece fuera de lugar. Prefiero utilizar el término Memoria Ancestral para definir el concepto; lo considero más apropiado para un protagonista de nuestra tierra, que se remonta a sus primeros ancestros en Tartessos, el mítico reino protohistórico, repleto de raíces mitológicas, que existió en la antigüedad; quién sabe si en aquella misma época perdida en la que los dioses caminaban por la tierra junto a los mortales

SyR 1 intEn Sueños y Reminiscencias, Mario, un hombre de nuestra época sentirá esa llamada ancestral que le impele a revivir las vivencias lejanas de un hombre de Tartessos, Nórax, más de tres mil años anterior a él, con el que comparte el mismo sueño de una ciudad misteriosa que le llama cada noche, al alba.

Sólo que, a diferencia de James Allison, sus sueños no son recuerdos, sino reminiscencias de unos hechos que sucedieron y comparte con el tartesio a ambos lados del tiempo, como comprobará al finalizar la historia.

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«¿Soñar que se sueña un sueño es, acaso, vivirlo?»

«Soñamos la vida… o vivimos los sueños?»

Sigue en «SARINARDZ», (una ciudad lejana, perdida en la niebla del tiempo) >>

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El Regreso de Nórax

Han pasado varios años desde que se publicó el volumen anterior de la Saga, en que Nórax quedaba en posición comprometida, arrojado de El Pitio al mar por una ola desenfrenada, hundiéndose sin remedio en un mar embravecido.

Años, en los que la historia que continuaba ha estado escrita, pero no publicada. Años que he dedicado más al blog personal de noticias y reseñas sobre género fantástico, que finalmente ha conseguido llamarse Berserkr, una vez he podido recuperar el nombre del fanzine como dominio (aunque ahora se encuentra también algo abandonado).

Pero sí, la historia de Nórax continúa, y sus aventuras junto a Heracles finalizan, en Eritia, la Isla Roja, convertido ahora en ese heraldo que anunció la diosa, preludio de muerte… junto al terror mas abyecto y primordial de Discordia, y el amor de Eriteia.

 

Gerión. Extraña figura triple.

Heracles y GerionYa en tiempos pretéritos, muy cercanos al mito que describimos, la figura de Gerión –o Geriones– fue causa de un extraño atractivo entre los griegos, muy superior al de cualquier otro de los numerosos personajes que aparecen en las tareas y gestas que realizó Heracles, su héroe por antonomasia.  Vasijas, platos y pinturas de frescos murales reproducían su concepto triple, representado en la ficción poética como un ser de tres cuerpos (a veces, incluso con alas).  Un éxito achacable, con seguridad, a una concepción exótica del personaje.

Porque si algo queda claro en el trasfondo del mito, y de ahí su importancia, es que Gerión, su naturaleza y carácter triple, no es de origen griego, sino que proviene de una cultura externa.  Al contrario que otros personajes y familiares, el nombre de Gerión, como el de Nórax, parece tener carácter autóctono de Tartessos.  Algunos han querido ver en él  cierta influencia babilonia (por las numerosas semejanzas entre los mitos de Heracles y Gilgamesh), o indoeuropea (por la trinidad de Indra, Mitra y Varuna).  Otros –Robert Graves entre ellos–, se inclinan por la celta-irlandesa (Brian, Iuchar e Iucharba, cuyo hijo era el dios Sol celtíbero: LlewLug o Lugo)…  aunque parece olvidar que el mito tartesio es anterior a los celtas, y que incluso hay quienes sitúan ciertos orígenes celtas en la península ibérica.

La tardía aceptación de Tartessos como realidad no ficticia ha contribuido a generar esa cierta dispersión, la falta de criterio y fuerza para afirmar la opción autóctona frente a influencias externas.  Hoy, sin embargo, podemos defender –con tanta fuerza al menos como las anteriores teorías– un origen tartesio para el personaje, y corroborarlo con textos de autores de prestigio como los ya citados Bermejo Barrera, Maluquer de Motes, Caro Baroja, o Vázquez Hoys.

Gerión era un personaje de carácter triple que, al amparo de un culto imaginario a la Triple Diosa imperante en la isla crepuscular de Eritia, me interesaba desarrollar.

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Heracles, personaje con vida propia.

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Confieso que cuando inicialmente concebí la historia, su protagonista indiscutible iba a ser Nórax.  Tal vez bajo un concepto algo diferente al del héroe épico tradicional, y convertido más en testigo de los hechos que en su generador, pero protagonista al fin y al cabo.  Desde un primer momento tuve claro que al final de su primer relato (Sombras de Luz en la Oscuridad) sería recogido por Heracles en su trayecto hacia Eritia, donde iba a realizar su décimo trabajo para Euristeo; ello me daba pie a aprovechar la estela indiscutible del mayor héroe griego conocido para «lanzar» mi personaje.  Pensaba hacer de Nórax su compañero en la tarea, camarada en labores; también que el argivo terminase siendo villano en una historia que, planteada desde un punto de vista autóctono (y Nórax es tartesio, no lo olvidemos), no era sino un ataque extranjero a los habitantes de un país pacífico y tranquilo; aunque no lo hiciese por deseo propio sino impuesto, obligado por capricho de los dioses (así quedó planteado en otro relato paralelo del personaje,  Nórax, situado en algún momento de su posible futuro: Una ciudad lejana, perdida en la niebla del tiempo).

Sin embargo, en el proceso creativo de construcción de la historia, el personaje de Heracles cobró vida propia y se me escapó de las manos; poco a poco, como el héroe que representa, fue tomando él sólo las riendas de la novela, construyendo su propia vida de ficción, para terminar erigiéndose en protagonista absoluto de la misma.  Al menos en esa parte del relato, en la que Nórax queda convertido en un mero testigo de los hechos.

Es verdad que la inmensa documentación disponible acerca del personaje, posiblemente la más extensa de los mitos helenos (excepto, quizás algún dios principal) facilitó esa tarea.  También lo es que toda ella se encuentra tan deslavazada e inconexa (juventud, tareas, empresas y otras aventuras adyacentes), que a veces no mantienen una coherencia medianamente lógica, y en ocasiones incluso parece que no dieran tiempo a ser realizadas todas en sólo una vida (como esas historias de personajes sobre-explotados, de las que Conan el bárbaro es claro exponente).   Sin embargo, cuanto más me sumergía en su vida, o la de otros mitos que aprovechan la presencia del personaje para enriquecer la suya propia, más posibilidades y motivaciones aparecían.  Y más vida propia cobraba el personaje; que, como digo, se fue construyendo sólo.

Para empezar, he aquí  la genealogía Perseida (sólo se incluyen personajes que aparecen en la historia), tal y como Deileonte se la relata (y dibuja) a Nórax, en el jardín de Tinge:

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Nórax de Tartessos II, disponible

Ha sido un poco arduo, y más tarde de lo previsto, pero el volumen II de la Saga de Nórax de Tartessos ya se encuentra disponible en Bubok (ver post anterior).

De momento, de forma provisional, aún no dispone de su ISBN y Depósito Legal, debido a necesitar un análisis de precios para su posible venta en librerías (más caro, debido al mayor margen comercial que requiere este hecho); pero ya está disponible a un precio básico, que podrá variar cuando esos requisitos se cumplan.

Este volumen II (230 pags.) recoge el libro Canción para Tres Lunas, primera parte de la novela Las Columnas de Heracles, cuyo prólogo fue incluido en el volumen anterior.  Éste es su índice

CANCIÓN PARA TRES LUNAS

1. CALÍRROE
2. TÉSALO
3. NEDEA
4. BRIAREO
5. ERITEIA
6. ERINIAS
7. CORONO
8. CLISIA
9. GORGONA
10. TISÍFONE
11. EGEÓN
12. EURITIÓN
13. TINGE
14. CRÍSAOR
15. ANTEO
Epílogo

La segunda parte de la novela será ofrecida este mismo año, en el volumen III de Nórax de Tartessos, con el título Gloria de una Diosa.

NÓRAX II – Las Columnas de Heracles

LAS COLUMNAS DE HERACLES

(CANCIÓN PARA TRES LUNAS)

Volumen II de la saga, ya disponible en Bubok

Portada y contraportada Nórax II

Tartessos, año 1249 a.C. 

Nórax es recogido del mar por una expedición aquea comandada por Heracles, quien navega rumbo a Eritia, la isla del rey Gerión.

 El tartesio se convierte así en testigo y partícipe involuntario de una aventura épica plagada de mitos: Tisífone, Erinia de la venganza; las Cien Manos de Briareo; la hermosa y calculadora Tinge, o Anteo, el cruel hijo gigante de la diosa Tierra, que desafía a Heracles a un combate singular.

En Eritia también conviven los mitos:

Gerión, Calírroe, Eriteia, Crísaor, Pegaso, Euritión… personajes que sin saberlo son actores de una lucha ancestral entre dioses, un enfrentamiento religioso que esconde en realidad un interés por destruir los restos de la sociedad matrilineal y a la mujer como centro de decisiones, para implantar otra de dioses varones, origen de nuestra cultura actual.

Tras el cuento que sirvió de prólogo, este volumen da inicio real a la saga de Nórax, una aventura clásica de Fantasía Heroica ambientada en Tartessos, ampliamente documentada en raíces mitológicas, en la que el autor intercala un atrevido análisis personal del profundo cambio cultural que subyace en los mitos, en línea con las tesis propugnadas por Robert Graves o Marija Gimbutas.

Las Dinastías Tartesias. II – Nórax. Genealogía

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estela de Nora

El mito de la colonización de Cerdeña por Nórax, aparte de las referencias en la Estela de Nora (S. XI a.C), podría responder, según Maluquer de Motes, a una realidad histórica ampliamente contrastada por la arqueología:  las fuertes relaciones comerciales que existían entre esa isla y la cuenca baja del Guadalquivir desde, al menos, el año 2000 a.C.

Según el mito, la colonización habría tenido lugar durante la época de Hilo, hijo mayor de Herakles Deyanira.  Hilo se puso al frente de los dorios, para vengar a su padre, aunque en aquella ocasión fueron vencidos.   El regreso de los heráclidas no tendría lugar hasta la tercera generación, cien años más tarde, cuando las invasiones dorias reconquistaron el Peloponeso y provocaron la caída de la dinastía de los Perseidas.

Por consiguiente, para Maluquer, la colonización de Cerdeña por Nórax (1) habría tenido lugar durante el máximo florecimiento de la hegemonía de Micenas; y por tanto, la dinastía de Gerión habría sido paralela a las dinastías  aqueas históricas.

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  1. El Nórax que protagoniza esta saga de aventuras no será el histórico, sino su padre, como se verá, llegado a Eritia como heraldo de la diosa (de ahí que los griegos lo asimilasen a Hermes).

Una posible cronología de la dinastía mitológica tartesia (completada con caracteres helénicos y de creación propia) sería la siguiente:

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